Dejar ir para siempre
las lágrimas que nos hicieron daño, levantarse de nuevo con la convicción de
que ahora será diferente, caminar hacia adelante sin mirar atrás, como si no importase
nada más. Convencerse a uno mismo que, la vida está llena de subidas y bajadas.
Dejar ir aquello que
tanto se amó, a aquello que pedía libertad. Los amores no correspondidos,
parecen mortales y letales, pero hay que aprender a contrarrestar ese dolor,
ese veneno. Hay muchas formas para superarlos y no hundirse…
Yo estuve hundida por
algún tiempo, por un amor no correspondido, estuve a su lado, esperando
pacientemente a que sintiera lo mismo, pero lo cierto es que, sólo gasté mi
tiempo, sólo estuve esperando en vano… al final, terminó pidiendo libertad y
dejándome en libertad…
Y fue entonces cuando
comprendí lo que quería decir libertad; para mí es algo así como: ‘dejar de
amar a quien no quiere ser amado’. Puede tener muchos contrastes, pero, algo es
cierto, no puedes seguir llorando, sufriendo, amando a quien sólo te hace daño.
Porque la vida sigue, nunca se detiene y el tiempo no perdona.
Dios me enseñó una lección
con este caballero, que se robó muchas lágrimas de mis ojos; comprendí que,
cada persona está en nuestra vida para hacernos crecer, para hacernos fuerte,
para aprender; en el principio fue completamente doloroso, asumir todo lo que
conlleva, pero no paré, no me detuve y hoy, hoy mantengo una enorme sonrisa por
que haya pasado, por lo que pasó; hoy me río de las tontas lágrimas del pasado,
de las locuras, de las palabras ociosas que se dijeron…
Verlo como amigo,
tomará su tiempo; así como tiempo me tomó amarlo, tiempo me tomará quererlo
como amigo, no he dejado de leer, ni dejaré de hacerlo, he encontrado muchas
cosas que me han ayudado a superar el adiós, y a ver con nuevos ojos los ‘hola’
que uno a uno van llegando.
No te detengas por un
amor que no te da el valor que mereces en tu vida, no te cierres a la esperanza
de conocer a alguien más, puede que sea otra persona la que llegue, y llegue
para quedarse para toda la vida.
Quizá Dios quiere que
conozcas a muchas personas equivocadas, para que al final encuentres a la persona
adecuada, mientras tanto aprende, aprende lo más que puedas, no dejes de
aprender de tus experiencias, arriesga todo, menos tu cuerpo…
Entrega todo, menos el
cuerpo, porque eso, eso es lo que al final nos queda, para levantarnos con
fuerza; tu cuerpo, tu bello templo, tu estructura humana, tu humanidad entera,
valórate, quiérete, ámate…
Artículo
interesante que encontré:
Cuando uno termina una relación
necesita hacer un duelo. Este proceso consta de tres etapas: el dolor, el odio
y la indiferencia. Sin embargo puedes lograr que haya una cuarta llamada el
amor incondicional que se dará justo cuando hayan pasado las tres anteriores. Se
trata de hacer un ‘borrón’, pero no cuenta nueva…. en esa misma cuenta puedes
anotar todas las cosas buenas que él tiene y que te hacen quererlo como
persona, aunque nunca más vuelva a estar contigo como pareja
:::: Finalizar una relación no es una determinación fácil, pero si
es una decisión tomada debes seguir adelante y mantenerte en ella. ::::
El adiós definitivo.
1. Si lo que se busca es cerrar el
círculo, vale la pena que intentes acabar cualquier contacto. Evita verle o
hablarle, recordando siempre los motivos por los que dejaste la relación. Por
supuesto esto incluye acabar con los mensajes de texto, correos electrónicos o
cualquier forma de comunicación personal o virtual.
2. Deja de buscar un momento para compartir juntos, eso es darle
esperanzas y oportunidades para seguir intentándolo cuando tú quieras.
3. Ni visitas, ni comidas, ni una
salida solos, mucho menos pretender que siga comportándose como tu pareja,
cuando tú quieras. No busques recurrir a él en tus momentos más tristes o
cuando tengas problemas, para eso están tus amigos.
4. Intenta recordar que esa relación
ha terminado y él ya no es tu pareja.
5. Al terminar una relación es
importante dejar claro que es definitivo. No dejes puertas abiertas pensando en
el futuro, reactivar una relación que ha muerto es muy difícil, por eso evita
la ambigüedad o dar falsas esperanzas, eso puede ser muy doloroso y cruel.
6. Finalmente deja de engañarte
buscando una nueva oportunidad ya que si la relación funcionara, fuera buena, nunca habría
pensado en dejarla.
7. Asume el riesgo de perder a tu
pareja y ábrete a conocer nueva gente, aunque no es un reto fácil, debes dejar
a esa persona continuar su vida y tú darte la oportunidad de seguir con la
tuya, créelo esa puede ser la mayor enseñanza de esa relación
Segui @Titi_hemocha